viernes, 24 de mayo de 2013

"Pobreza y exclusión social en la Unión Europea"


La pobreza y exclusión social es una de las prioridades de las iniciativas comunitarias de la Unión Europea. Por ello es necesario la colaboración de todos los Estados miembro en el desarrollo de políticas sociales para poder paliar el agravamiento de esta situación tanto a nivel europeo como regional. Esta propuesta está enmarcada en la Estrategia Europa 2020 con el fin de conseguir la reducción de la miseria de 20 millones de personas en dicho año.

En cuanto a los temas principales que se tratan en esta plataforma, se destacarán aquellos que engloben cuestiones como el empleo, protección social e inclusión. Antes de analizar los asuntos anteriormente mencionados, es importante recalcar el papel de la coordinación y evaluación de cada área de intervención ya que es la clave del éxito para alcanzar los objetivos establecidos, siendo fundamental que los Estados participen a través de unos contenidos comunes y que además, estén informados de los cambios y evolución de la problemática económica, política y social de la UE-27, así como de promover la toma de decisiones de todos los actores implicados en esta situación como son las ONG y las personas en riesgo o situación de exclusión social. Al mismo tiempo se debe realizar una evaluación 360º, es decir, una valoración mensual y anual para analizar los progresos y fracasos de cada programa y que, de esta manera, se pueda actuar a tiempo en caso que empeoro o favorezca su mantenimiento. Considero que estos avances que se incorporan en relación a los dos conceptos antes citados, son muy positivos pero, a la vez, difíciles de desarrollar por la estructura política que alberga en algunos países de la Unión Europea como es el ejemplo de España. Es un estado donde, por causa de la crisis y de la ideología de austeridad, se está infravalorando el ámbito social, así como, a los profesionales que se encargan de mejorar la integridad física, psíquica y social de estas personas. Y que en realidad los servicios sociales, fundaciones, etc. son las que verdaderamente pueden trabajar eficiente y eficazmente en el desarrollo de soluciones. Por lo que sería conveniente dedicar parte del presupuesto a subvenciones, ya que conocen de primera mano la realidad social y son los únicos que realmente pueden generar un cambio de mentalidad tanto de la sociedad como de los colectivos más vulnerables como pueden ser; gitanos, mujeres o discapacidad, entre otros. En segundo lugar, la creación de la innovación social con el establecimiento de buenas prácticas y experiencia conseguirá una mayor involucración de las personas a las que se dirija dichas actividades. Y por último, el apoyo a las empresas sociales sigue siendo un reto para los países europeos, debiendo transmitir la mayor probabilidad de adquirir un puesto de trabajo para aquellos ciudadanos que se encuentren en paro y en situación de desventaja, sin despreciar el gran impacto medioambiental que numerosas empresas multinacionales causan por realizar prácticas en condiciones infrahumanas con el único objetivo de maximizar sus beneficios.

Una vez que se tiene conocimiento del contexto en el que nos movemos, a continuación se procederá al análisis de las materias donde se debe potenciar las políticas sociales.

EMPLEO
En este sector la problemática más acusada, es el colectivo de jóvenes que están trabajando y que, aún así, forman parte de esta situación. Asimismo, el colectivo de mujeres sigue teniendo una alta tasa de desempleo. Por lo se deben fomentar la seguridad y control en las condiciones de trabajo, así como, facilitar la incorporación al mercado laboral a las mujeres, a través de guarderías o residencias donde poder dejar a sus hijos o familiares dependientes mientras que éstas trabajan. Es una iniciativa que se plantea pero que su éxito es casi nulo por los numerosos recortes en prestaciones sociales. Finalmente, las minorías étnicas y otros colectivos también necesitan un acceso al empleo a través de talleres gratuitos de formación laboral, idioma o educación, entre otros.

PROTECCIÓN SOCIAL
En este sector se destaca la problemática del sistema de pensiones y la escasa prevención y/o intervención temprana ante situaciones de este tipo. En primer lugar, se fomenta el “envejecimiento activo” para prolongar la edad de trabajar lo que me parece una iniciativa arriesgada porque hay escaso trabajo para los jóvenes, por lo que aumentar su edad aunque sea para equilibrar las futuras pensiones, es impensable. Además, hay una franja de edad entre los 40-60 años que está en grave riesgo de exclusión laboral siendo necesaria la promulgación de políticas de formación y modernización para este núcleo. Por último y en segundo lugar, es eficaz el desarrollo de campañas de información y concienciación a todos los niveles sociales para aumentar la solidaridad de nuestros iguales.

INCLUSIÓN
En este sector es primordial la integración de personas con enfermedad mental, colectivo marginado socialmente en la actualidad, siendo causada principalmente por los escasos recursos y programas destinados a la participación de estas personas en la sociedad.
Como conclusión, destacar el papel imprescindible de los emprendedores en el desarrollo de proyectos  FEDER y PROGRESS, así como, la participación de los voluntarios en la mejora de la calidad y bienestar social de aquellas personas privadas de las necesidades más básicas. También, su participación social mejora la competitividad de profesionales y personas cuidadoras facilitando su incorporación en el mercado laboral.

Y finalmente, la plataforma europea contra la pobreza y exclusión social no va mal encaminada sólo que debe tener presente una serie de consideraciones para asegurar la consecución de sus objetivos.

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